Recientemente
escribíamos en nuestro blog sobre el interés que está tomando en los últimos
tiempos el estudio del microbioma humano, flora habitual de bacterias en
nuestro sistema digestivo (específicamente a nivel intestinal), teniendo una
fuerte influencia en nuestro organismo a través de la dieta que ingerimos, el
metabolismo interno que estas bacterias tienen y al estar en contacto directo
con la pared mucosa intestinal, pues, contacto directo con nuestra homeostasis
interna.
En
fuentes sociales cada vez se habla más de lo importante que es para una “buena
salud” una buena dieta, pero quizá sería ahora más científicamente correcto
decir “una buena flora bacteriana intestinal”, estos microorganismos, que a
muchos nos podría generar cierto “asco” o “repudio” el saber que están poblando
nuestras vísceras, resultan ser más bien muy buenas, e incluso, pensándolo más
vitales, para que estemos sanos o no suframos diversas enfermedades, que ahora
se conocen desde el orden de metabólicas (obesidad, diabetes, etc.), autoinmunes y neurológicas.
En
éste último punto hoy queremos darles a notar un interesante artículo reciente
mente publicado en la prestigiosa revista “Cell” en junio del presente año. El
grupo del investigador Mauro Costa-Mattioli ha logrado en modelos murinos
reestablecer comportamientos anómalos dentro de lo que se explicaría la base de
trastornos del tipo del espectro autista en recién nacidos de madres en las que
se modifica la dieta y en específico se genera una reconstitución microbiana.
Estos
investigadores estudiaron dentro de la población de bacterias de éste
microbioma, la que podría estar involucrada con la posibilidad de aparición de
este trastorno y evidenciaron alto porcentaje del Lactobacillus reuteri. Al estudiar reconstitución de microbioma en
los modelos animales con dichas cepas consiguieron mejoría del comportamiento
animal en dicho trastorno.
Esto
es uno de los demás estudios, abundantes a la fecha, y que aún merecen mayor
cantidad de investigadores y evidencia para poder encontrar como mejorar a
través de dieta y modificaciones en el microbioma, prevención (lo cual es
fundamental en la medicina actual) y curas de distintas patologías, que hasta
hace poco no habríamos relacionado para nada con nuestros intestinos, como son
por ejemplo la trastornos del espectro autista, el Parkinson, el Alzheimer, la
migraña, etc.
A quienes estén
interesados les alcanzamos el nexo de dicho artículo:
En J&B LAB SAC contamos
con la posibilidad de ofrecerles todo el material necesario para estudios a
nivel científico, que pueden observar en el siguiente enlace:
Por último recordarles
que ahora pueden estar al tanto de nuestras noticias siguiéndonos en Facebook o
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