El
pasado mes de octubre se llevó a cabo el congreso mundial de neurología en Dubai
y como en otras áreas médicas, científicas y sociales, se ha dado cabida, en
base a su importancia, al estudio de los efectos (en este caso neurológicos)
que se están produciendo en el mundo a raíz de los grados de contaminación del
agua, aire y alimentos, así como por el cambio climático, consecuencia directa
de la mano del hombre.
La Organización
Mundial de la Salud (OMS) considera que hoy en día el 90% de la población
mundial respira aire que supera los límites marcados de contaminación con
partículas < 2.5 ug así como monóxido de carbono, dióxido de sulfuro y dióxido
de nitrógeno.
A
nivel patológico el respirar dichos contaminantes de manera crónica favorece la
formación de una cadena de alteraciones cardiovasculares, hormonales e
inmunológicas en nuestro organismo que finalmente favorecería (como posible
tercera causa mundial) la presencia de ictus (accidentes cerebro vasculares)
así como de manera indirecta otras enfermedades neurodegenerativas (como por
ejemplo la enfermedad de parkinson, esclerosis lateral amiotrófica, etc.) e
incluso alteraciones en el desarrollo intra-útero o infantil con riesgo de autismo,
cáncer cerebral, entre otros.
La
contaminación de otras partículas que el ser humano ha esparcido en nuestras
aguas y por tanto alimentos, como pesticidas, fármacos, solventes químicos,
ingredientes industriales, nanopartículas de plásticos y metales; estos últimos evidenciados en muestras de necropsias de cerebros al atravesar
la barrera hematoencefálica con el consecuente proceso inflamatorio local; han
sido igualmente relacionados con otras enfermedades como la obesidad, diabetes,
cáncer de mama, trastornos alérgicos y autoinmunes, infertilidad, trastornos
del desarrollo cognitivo y del comportamiento.
Por
último, el cambio climático acelerado esta llevando a cabo un cambio de la geografía
y biosfera global, lo que adelantan traerá nuevas enfermedades infecciosas no
típicas de regiones y la aparición epidemiológica de patologías neurológicas no
clásicas de determinadas regiones, con el riesgo de no estar preparadas, las
distintas regiones del mundo para la actuación frente a tales.
Una
infinita lista de consecuencias que podrían tomar imagen catastrófica del fin
del mundo, pero al cual, como ya han dado a notar varios científicos en el
mundo, aún estamos a punto de cambiar, dando a notar a nuestros distintos
gobernantes bajo la necesidad de tomar medidas de cambios poblaciones a fin de
frenar éstas.
Como
esto implicaría tarea de todos, desde J&B Lab SAC, alentamos a nuestros
distintos científicos lectores que, desde sus respectivas áreas de trabajo,
pongan interés en líneas de investigación a la importancia de estudios y manejos
ligados a esta materia en los próximos años, que sin duda será de importancia
para nuestro país y planeta en general.
A
propósito de ello nos gustaría alcanzarles el enlace sobre un reciente artículo
de la revista científica J Alzheimers Dis, “Air Pollution, Stress, and
Allostatic Load: Linking Systemic and Central Nervous System Impacts”, que
realiza una revisión de lo comentado:
Como
siempre en J&B Lab SAC nos esforzamos por darles a ustedes la más moderna y
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