lunes, 6 de junio de 2016

El campo de estudio de resistencias bacterianas a antibióticos





Recientemente todos fuimos conscientes de la preocupación constante del mundo médico en cuanto a la resistencia que pueden tener las infecciones bacterianas a distintos antibióticos y la posibilidad de una nueva era en que quizá no tengamos antibióticos con qué combatir a patógenos que conviven con nosotros, incluso se encuentran mucho antes que nosotros, en nuestro planeta.

Este miedo, el cual podemos decir que está presente en los últimos tiempos, apareció a partir de la divulgación a través de los medios de prensa de todo el mundo del reciente hallazgo de una cepa bacteriana de E. coli (patógeno acostumbrado a generar infecciones de tracto urinario en los seres humanos) que infectó a una mujer en el estado de Pennsylvania en Estados Unidos, el cuál demostró distintos grados de resistencia a antibióticos típicos y poco comunes de uso médico, particularmente la resistencia MRSN 388634.

Pero, ¿qué significa realmente esto de la resistencia antibiótica? Las bacterias como seres vivos que son, buscan adaptarse a su medio ambiente, no con otra idea sino que la de sobrevivir. Esto nos parece conocido ¿verdad?, y bajo ese criterio, su mecanismo celular permite elaborar,  a través de su ADN, el cual puede pasar de generación a generación en su reproducción, de la elaboración de proteínas proteolíticas, conocidas como enzimas. Algunas de estas enzimas particular son trabajadas en su complejo organismo para destruir los antibióticos que intentan combatir, al momento que el ser humano, que se encuentra infectado, toma dicha medicación y/o ingresamos en su torrente sanguíneo para alcanzar a dichos patógenos. La resistencia más conocida es la que va en contra de la penicilina, las conocidas enzimas beta lactamasas. De ahí que muchas veces el médico nos diga, por ejemplo, que la bacteria que tenemos es resistente a penicilina por lo que tiene que pensar en otro grupo de antibióticos. Pero estos patógenos siguen adaptándose al medio y, digamos, a los antibióticos que les damos con ganas de exterminarlos. Así aparecen otras enzimas ganadas con el tiempo, que combaten otros grupos de antibióticos, y entonces nos sonarán las enzimas hidrolizadoras de cefotaxima (CTX-M), o al grupo de los carbapenem (antibióticos más avanzados) como la enzima metalo-beta-lactamasa (NDM1 o CRE), entre otros.

La realidad de dicha aterradora noticia, surgió por el hecho de un reciente estudio en China donde se conoció otro mecanismo de defensa bacteriana en este caso al grupo antibiótico conocido como colistina (MRSN 388634), en realidad un antibiótico más antiguo pero poco usado por sus efectos secundarios sobretodo renales. De manera que en aquella mujer norteamericana se estudió en la placa peyer del E. coli en cuestión esa resistencia, no conocida aún en Estados Unidos, y dio positivo, lo cual era aterrador, porque en caso que fuera resistente a todos los otros grupos antibióticos y además a esta posible útil colistina, menos común de resistencia por su poco uso en el mundo médico actual (puesto que ahora pues los hay más nuevos y mejores), pues significaba la era de una nueva bacteria resistente a todo. Por suerte esta cepa de E. coli era sensible aún a los carbapenem.

Pero, aún así, consideramos que esta noticia no deja de ser interesante, por el hecho de que tanto como el mundo médico es consciente, también la sociedad debemos reconocer que las bacterias que nos atacan a diario, van adaptándose cada vez mejor al medio con el fin de sobrevivir, y por tanto de no tomar, la sociedad, debido respeto e inteligencia, así como educación en el correcto uso de antibióticos, podría provocar que aquél temor, de la bacteria resistente a todo, que pueda acabar con nuestras vidas, pueda ser, en algún futuro no muy lejano, una realidad.

Por otro lado aporta importancia en el hecho que ahora más que nunca es importante siempre este tipo de estudio cuando un paciente llega con una infección, a nivel hospitalario para conocer con un simple estudio de antibiograma la resistencia que cada bacteria puede tener y de manera protocolizada con los médicos ver el adecuado orden de medicamentos antibióticos para combatirlos. Y por otro lado para el mundo científico, seguir estudiando, la apasionante capacidad con que muchas bacterias van generando, a través de distintos mecanismos celulares, resistencias a las medicinas con las que queremos combatirlas a diario.

Sin duda una noticia interesante, que nos hace recapacitar y por otro lado, a aquellos que estén en el campo de la microbiología tener mayor pasión por el trabajo a diario que realizan.

En J&B LAB SAC contamos con la posibilidad de ofrecerles todo el material necesario para estudios a nivel científico, que pueden observar en el siguiente enlace:




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